Historias

Escuela Batalla de Tucumán: una comunidad fuerte y comprometida que el terremoto no pudo quebrar

Su edificio quedó inutilizado e inhabitable por los daños tras el terremoto del 18 de enero. Sus profesores salieron en asistencia de las familias de sus alumnos que fueron damnificados y realizan un intenso trabajo social, más allá de lo educativo.
domingo, 21 de febrero de 2021 09:03
domingo, 21 de febrero de 2021 09:03

"En realidad, no nos despedimos de nada. Se bajará un edificio hecho con material. La vida se la ponemos nosotros a la escuela. Y estamos más fuertes que nunca". Así se refiere la directora del Nivel Secundario, Mabel Arce a su escuela "Batalla de Tucumán", ubicada en Pocito, y que quedó con daños estructurales severos tras el terremoto del pasado 18 de enero. Ello obligó a retrasar, por resolución ministerial, el inicio de clases al 15 de marzo pero la comunidad educativa no ha descansado.

Conocedores de las familias de los alumnos y también exalumnos de la Escuela, los profesores se organizaron para llevar ayuda de manera solidaria desde el día después del terremoto. A la par, ahora planifican cómo será el reencuentro en clases, donde los contenidos educativos no son los únicos que reciben. Es que todos se comprometen a ayudar a los alumnos a superarse para que al egresar del Secundario puedan luchar por las posibilidades y los sueños que tienen.

Desde el inicio de la escuela Mabel Arce es parte de la escuela. “Tomé el cargo de coordinadora de bloque y en el 2017, cuando crean la Secundaria asumí como directora", contó a Diario La Provincia SJ y a lo largo de la entrevista, su voz transmitirá el amor por una parte importante de su vida.

El playón deportivo se mantendrá ya que no fue afectado por el terremoto.

Orgullosa, contó que son 54 los integrantes de su planta educativa y que llevan adelante una labor que tiene mucho de corazón y de vocación. "En pandemia, los profesores recibían las guías, evaluaron y ayudaron a nuestros alumnos. Incluso agregaron horas de más para que consultaran. Sabemos las necesidades que hay porque los papás de algunos de nuestros alumnos no saben leer ni escribir o no tienen una lectura comprensiva de un texto que les damos en Secundaria. Es el contexto en el que vivimos. Y el cambio se ve en muchos ejemplos. Tomo uno: el una reciente egresada que se inscribió en Ciencias de la Educación y le mandó un audio a una profesora para agradecerle que le hubiera hablado de Antropología. Ella no sabía qué significaba y de qué trataba y fue un reconocimiento muy lindo; con palabras muy emotivas".

Proyectos: la escuela genera iniciativas para generar aprendizajes significativos.

Resalta que muchos adolescentes que van a la escuela "la inician como que “están de paso” pero se terminan encariñando tanto que cuando son papás la eligen para sus hijos. El trabajo humanitario que se hace es único porque siempre estamos mirando lo que necesita el chico, cómo podemos aportar conocimientos y herramientas para que puedan tener una mejor calidad de vida. Yo viajo en colectivo y me encuentro a los papás, los alumnos y exalumnos y la mayor satisfacción es que, al mirarnos, se les dibuja una sonrisa en la cara. A veces me pregunto quiénes serán porque han crecido y me miran con esos ojitos pícaros. Después se arriman y hablan conmigo con palabras de cariño sobre cómo los marcó el Secundario para su bien".

Mabel destaca que ante el terremoto, los profesores se organizaron rápidamente para asistir a la comunidad. “Hay que ir, nos organicemos y trabajemos”, esa fue la frase que primó. También nos ayudó que nuestros porteros viven por la zona y nos avisaron lo que ocurría. Trabajamos como la familia que hemos logrado conformar”.

Actos, formaciones y jornadas: el patio de la vieja Escuela, siempre testigo y protagonista.

Sobre ese compromiso, Mario Videla que desde hace más de 5 años es preceptor de la escuela destacó que "la mayoría de los padres son trabajadores rurales, que se levantan muy temprano para afrontar la situación económica en la que viven. Confían en los docentes, en la institución, para que los guíen, los orienten con sus hijos, a salir de esa pobreza estructural en la que se encuentran sumergidos, luego de varios años de políticas sociales mal instrumentadas o directamente no instrumentadas. En muchas oportunidades colaboramos de una u otra manera con la comunidad. Hubieron inundaciones, problemáticas por lluvias intensas y la comunidad docente estuvo colaborando. La puerta de nuestra escuela estuvo abierta para ser de refugio".

Y agregó, "hoy nos tocó el terremoto y otra vez la comunidad docente inmediatamente se puso a disposición con la familias de nuestros segundos hijos, realizando una campaña solidaria durante semanas. Sabemos que no es la solución de fondo, pero es lo que está a nuestro alcance. Hay una zona al lado de la escuela en la que las casas son de abobe, precarias. Las familias de nuestros alumnos trabajan el adobe y ellos mismos tratan de reparar sus casas pero las construcciones no dieron más". Con esa campaña llegaron a cubrir calle Aberastain en el tramo que va de las Calles 14 a 17, "sectores muy dañados por el terremoto", dijo.

Los alumnos, la alegría y la motivación de sus profesores.

Mario explicó que a la par iban conociendo los resultados del relevamiento de los daños en el edificio de la escuela, por lo que ese refugio que antes pudo dar ya no era posible. "Como grupo de docentes, nos solidarizamos frente a la situación inmediatamente ya que nos imaginábamos las consecuencias. También sabíamos que había daños en la escuela. Realmente, no lo dudamos y fuimos a trabajar para ellos como institución educativa abierta a la comunidad. Ahora, coordinamos entregar la ayuda a una unión vecinal y que desde allí, la distribuyan a los damnificados, de acuerdo a las necesidades que conocen".

El adiós al edificio

Tras conocer que se demolerá la estructura que promedia los 60 años, Mabel Arce destacó que "el edificio nos duele un poco pero si es para mejorar la calidad de vida educativa para los chicos de la zona, que tengan lindos baños y una buena calefacción; que puedan disfrutar más su escuela, eso es lo que vale. Bienvenido sea el nuevo edificio, en buena hora y le doy gracias a Dios. No nos podemos aferrar a lo material ya que con el paso de los años se va deteriorando".

Para ella, "vino este terremoto para hacernos un cambio y reconocer que las bases están. Tenemos mucha colaboración y ayuda de las autoridades superiores como nuestra supervisora Claudia Videla que es excelente y siempre nos apoya. También el ministro Felipe de los Ríos que, desde 1998 nos conoce y sabe nuestra trayectoria y cómo trabajamos. Sabe quiénes somos y nuestra identidad como institución".

Sobre dónde comenzarán las clases, Mabel apeló a que “en el camino hallaremos las soluciones. Está la posibilidad de trabajar en módulos pero no está confirmado. Ya hemos trabajado virtualmente y si debemos seguir así hasta que tengamos el lugar y las condiciones dadas, lo haremos. Lo más valioso es ayudar y que nuestros alumnos sigan en camino. Vamos a ir para adelante, en base a las necesidades que se presentan día a día. Hacemos un gran trabajo en equipo en beneficio de los chicos, sólo soy la cara visible. Quiero llevarle tranquilidad a la comunidad educativa que estamos buscando lo mejor, tanto para los alumnos que para los docentes".

Por Resolución Ministerial de Educación, se estableció que el 15 de marzo comenzarán las actividades con los alumnos "ya que con los profesores ya estamos trabajando. Estamos organizando, haciendo el Plan Mejora que se nos solicitó y también el protocolo con el que vamos a trabajar en la institución, dependiendo del espacio con el que se cuente, los elementos y las herramientas. Con los profes estamos trabajando y planificando; viendo qué hacemos con los chicos que no entregaron las guías y debemos acompañarlos. El año pasado lo terminamos con un trabajo intenso y después, ocurrió el terremoto".

Sobre la despedida al edificio, para Mario Videla “da tristeza porque ha funcionado como resguardo muchas veces de crecientes que bajaban en la zona, de las lluvias de años pasados. Cumple una función estratégica allí no sólo en lo educativo sino en funciones sociales que, a veces, no son solucionadas inmediatamente por las autoridades competentes. Es muy duro ver muchas familias en esa situación y uno tener las limitaciones y saber que sólo podemos ayudar educándolos y reeducándolos en normas y valores. Creemos que lo nuestro podría potenciarse más en un trabajo interministerial más fuerte con el Ministerio de Desarrollo Humano, Gabinetes Interdisciplinarios y con políticas más sólidas. Ojalá se pudiera lograr".

Un poco de historia

La escuela Batalla de Tucumán tuvo su inflexión en 1998. En ese momento, en el que el actual ministro de Educación Felipe de los Ríos era director de área en Secundaria, se llevó a cabo el armado de bloque de EGB3 "que lo dejaban al alumno rural más cerca de terminar la Secundaria; que tuviera más oportunidades. Hacían 3 años (un bloque) allí en la escuela y los otros 3 años los completaba en otra escuela Secundaria, que era el Polimodal en ese momento", marcó Mabel que llegó a la Escuela en esa etapa como coordinadora de bloque.

"Empezamos con una matrícula muy chica; éramos 60 alumnos en 7 y 8º año y después de aumentó con 9º año que equivale al 3º de Secundaria. En la actualidad tenemos 8 divisiones con casi 200 alumnos y los chicos que no pueden ingresar a la escuela Froilán Ferrer o escuela España, van a Batalla de Tucumán", agregó.

Desde 2017, la Escuela Batalla de Tucumán tiene el Nivel Secundario creado y Mabel es su directora. "Me siento parte de la base de la escuela; eso me enorgullece", sentenció quien ahora se prepara para encarar un nuevo ciclo lectivo y sueña con un flamante y funcional nuevo edificio.

 

 

 

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