Sin el saco ni la corbata, con el vidrio del auto bajo y con el brazo asomado por la ventana. Así manejó por las calles de Capital Federal hasta el Congreso de la Nación, el presidente Alberto Fernández. El mandatario nacional llegó al edificio legislativo manejando su auto particular y acompañado en el mismo por su familia.
Al llegar al Congreso, minutos antes del mediodía, descendió del auto y se terminó de alistar con un saco azul y una corbata a tono con cuadritos. Luego ingresó al edificio y fue recibido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y por su par saliente Gabriela Michetti.
Una vez ahí se dirigieron al recinto para continuar con la actividad protocolar de toma de mando. Un gesto llamó mucho la atención de quienes seguían todo vía televisiva: el presidente electo condujo la silla de ruedas de Gabriela hasta el lugar de destino.