Horror

Ejecutaron de un disparo a una adolescente apoyando el arma en su cabeza: buscan a su novio

El novio de la chica de 16 años y su suegro permanecen prófugos y son intensamente buscados. Un nene de 10 años había asumido la culpa pero quedó descartada su responsabilidad.
jueves, 12 de diciembre de 2019 00:00
jueves, 12 de diciembre de 2019 00:00

Natalia Saban, la adolescente de 16 años asesinada de un balazo en la cabeza en la localidad bonaerense de José León Suárez, fue ejecutada con el arma apoyada en su cara de acuerdo al resultado de la autopsia, mientras los investigadores corroboraron que fue limpiada la escena del crimen, por lo que esta noche continuaban con la búsqueda del novio y el padre de éste como principales sospechosos del femicidio, informaron fuentes judiciales.

De acuerdo al informe preliminar de la autopsia realizada esta tarde en la morgue del Hospital Carrillo de Ciudadela, Saban recibió un disparo con orificio de entrada a la altura de la ceja derecha con salida por el parietal izquierdo y por la deflagración de pólvora encontrada en la herida, los peritos forenses estimaron que le dispararon con el caño apoyado en su rostro.

Por su parte, voceros judiciales informaron a Télam que según los peritajes realizados en la vivienda donde ocurrió el hecho, se determinó que había manchas de sangre en la escena del crimen que fueron lavadas posteriormente.

De esta manera, sumado a que el novio y el suegro de la víctima esta noche permanecían prófugos, para el fiscal a cargo de la causa, Fabián Hualde, del Fuero Penal Juvenil de San Martín, ambos son los principales sospechosos del femicidio.

De esta manera, perdió fuerza la hipótesis de que el autor haya sido el niño de 10 años -hermanastro e hijo de ambos prófugos- quien se había autoinvolucrado en el hecho al asegurar que se le había escapado accidentalmente el tiro que había matado a la adolescente.

Por orden del fiscal, al niño ya se le tomaron muestras de sus manos para la prueba del “dermotest” en la que se buscarán restos de antimonio, bario y plomo, los tres elementos que quedan impregnados en la mano que sostiene un arma ante la deflagración de un disparo.

Según las fuentes, la hipótesis del accidente que involucra al niño fue la versión que aportaron sus propios familiares cuando llevaron a Saban al hospital.

Ante esa situación, el niño brindó una declaración informativa ante ante el fiscal Hualde y dijo: “Fui yo el del disparo”.

Al explicar qué hacía con el arma -supuestamente un revólver calibre 32 que todavía no fue hallado-, el menor señaló que pertenecía a su hermanastro de 20 años, quien en el momento del hecho se la dio para que la cuide porque necesitaba ir al baño.

“El niño contó que estaba manipulando el arma y decidió quitarle las balas, pero cuando cerró el tambor se produjo un estruendo y él salió corriendo tres cuadras hasta la casa de su madre”, confió una de las fuentes.

El niño aclaró que el disparo salió en dirección a una puerta, que él estaba solo en el ambiente, que la víctima de 16 años estaba en el patio, pero que en ese momento no vio que nadie cayera o resultara herido.

Los pesquisas también tienen testigos que aseguran que el novio de la víctima se dedica a la venta de drogas y que el arma se la había provisto su propio padre, quien también está prófugo, para que su hijo mayor se cuidara de sus potenciales enemigos.

El niño de 10 años, que por su edad es inimputable y no puede ser detenido, fue entregado a su abuela para su guarda, dijeron las fuentes consultadas.

Saban resultó baleada en la cabeza el lunes en una vivienda ubicada en Ingeniero Huergo al 9800 de Villa Hidalgo, en José León Suárez, partido de San Martín, pero falleció ayer a la mañana en el Hospital de San Isidro.

Desde un principio el entorno de los sospechosos declararon que había sido un disparo accidental del nene de 10 años, pero los pesquisas creen que fue un femicidio cometido por el novio o el padre de éste.

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