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Dura confesión de Nazarena Vélez: “me obligó a tener relaciones con un arma en la cabeza”

La revelación la hizo con un video que posteó en YouTube y que busca conscientizar a las mujeres que están en su misma situación.
miércoles, 17 de junio de 2020 01:42
miércoles, 17 de junio de 2020 01:42

"Si es capaz de violarte, ¿por qué no te va a disparar?". Con esas palabras, Nazarena Vélez contó en las redes sociales que fue víctima de larga violencia de género e incluso llegó al límite de ser violada con un arma en la cabeza. La revelación la hizo con un video que posteó en YouTube y que busca conscientizar a las mujeres que están en su misma situación.

“El abuso sexual es un tema muy doloroso para todos los que lo pasamos. Ni qué hablar cuando viene de la infancia. A mí me pasó cuando ya era grande. Yo estaba en pareja con un tipo violento, una persona que era tóxica. Es esa persona que yo les conté que me enteré que me metió los cuernos y que me había filmado”, comenzó Nazarena en el video.

A continuación lo que dijo en el video:

"Fue una relación tan tóxica que duró mucho tiempo, porque cada vez que yo me quería separar, él se ponía violento y me amenazaba con que se iba a llevar a Barbie, que era muy chiquitita. Entonces, una por miedo está paralizada y de eso se aprovecha esta clase de personas, se meten así siempre con mujeres, chicas trans, criaturas o personas indefensas que se sienten menos en algún momento”.

“Yo no sé por qué rollo me banqué a este tipo tanto tiempo. Sí entiendo que le tenía miedo, tenía una relación muy enferma porque también a mí me costaba cortar la relación. Porque él después venía y me pedía disculpas. Me acuerdo que iba a la iglesia grande que está en Constitución y apoyaba la cabeza contra las rejas diciendo que nunca más me iba a levantar la mano”.

“No sólo me cagaba a trompadas cuando se le cantaba el ort*, me empujaba y yo me quebraba un brazo y me pasaban un montón de cosas. Un día, no recuerdo cuál, yo lo dejo y me dice ‘Bueno nos tenemos que encontrar porque te tengo que dar algo’. Esa última vez que nunca tenés que ir, esa última charla que no tenés que tener, porque si lográs zafar de un violento, de un psicópata, no tenés que volver, pero bueno, en líneas generales caemos nuevamente”.

“Yo pensé que me iba a entregar un par de cosas mías, y que yo después me iba. Estábamos solos en la casa de sus padres en la escalera cuando de repente sacó un arma, me la puso en la cabeza y me dijo que, obviamente, no lo iba a dejar, y me obligó a tener relaciones sexuales con un arma en la cabeza”.

“Creo que fueron cinco minutos o diez, los peores que recuerdo en mi vida. Yo creía que ese día me moría claramente. Yo pensaba que obviamente a este imbécil se le iba a escapar un tiro, y pensaba en Barbie. En ese momento tendría 23 años, y fui completamente sumisa y permití que él tuviera relaciones sexuales”.

“No quería una lucha. Es muy difícil confrontar, porque estas personas están enfermas. Para mí, el psicópata, el violador, el que abusa de una persona como era en mi caso que estaba cagada de miedo, con un revólver en la cabeza y él calentándose con la situación, es una persona que yo entiendo que tranquilamente puede matarte. Porque si es capaz de violarte, ¿por qué no te va a disparar? Por supuesto que permití que eso pase y no discutí”.

“Yo me acuerdo que tenía mucho miedo de ir a verlo, pero intenté no ser paranoica. Claramente ese fue el último día. Pero no tenés que llegar a eso que pasé yo para darte cuenta que realmente vos también estás enferma y que tenés que salir corriendo y sanarte”.

“Fue muy difícil para mí después volver a entablar una pareja, volver a tener relaciones. Es un hecho muy traumático, no importa que sea tu pareja, eso no le da derecho al otro a someterte. En mi caso fue recontra extremo y cruel, pero hay situaciones en las que existe la violación dentro del mismo del matrimonio. No lo pueden permitir, vos no sos propiedad de nadie. Nadie tiene derecho sobre tu cuerpo más que vos. Así sean 20 años de pareja que estás, el otro no tiene derechos sobre tu cuerpo, porque después te quedan traumas y sensaciones, y es horrible”.

“Si vos no querés y si te pasa o te pasó algo parecido a lo que me pasó a mí, hace terapia, pedí ayuda, contalo, no tengas vergüenza. Yo sentía mucha vergüenza, a mí me condenaron mucho por ser ‘La pibita de la tele’ que parecía que se quería colgar de la fama del otro cuando yo lo denuncié hace más de 20 años, porque la otra persona era en ese momento más conocida que yo”, (...) “No permitas que te digan que lo haces por plata, o por fama, o porque querés llamar la atención, o porque estás loca”.

“Abramos los ojos, pensemos siempre cómo es mi tío, mi primo, mi abuelo, quiénes rodean a mis hijos, a mis sobrinos, porque les puedo asegurar que las relaciones más dolorosas y las vejaciones más dolorosas, más aberrantes, muchas veces suceden dentro de nuestro círculo familiar”.

“Así que tené mucho cuidado y pedí ayuda. Es horrible, vergonzoso, te sentís mal, pero el que tiene que tener vergüenza es el otro, no vos. Cuidate, querete, que eso no te baje tu autoestima. Todos pasamos por situaciones de mierda. Actualmente siento vergüenza, pero hay que sacarlo y hay que desmitificar. No permitas que abusen no solo sexualmente de vos, si no que te maltraten psicológicamente, que te insulten, que te digan cosas. No lo permitimos hoy ni nunca más”.

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