Dolor

Esposo de sanjuanina muerta tras ligadura: “tengo que luchar por mis hijos y para que se haga justicia”

Víctor, pareja de Stella Maris Vega, está desconsolado y señaló que optaron por ese método antoconceptivo porque la cirugía "era un trámite".
jueves, 18 de julio de 2019 17:24
jueves, 18 de julio de 2019 17:24

El día está frío y gris, en barrio Nuevo. Es invierno y los árboles están sin protección, como Víctor que el domingo perdió a su compañera de los últimos ocho años, la sanjuanina Stella Maris Vega tras una operación de ligadura de trompas en el hospital Francisco López Lima. “Una operación simple y segura”, repite este joven, quien cuenta, todavía con cierta incredulidad, cómo junto a ella se habían tomado el tiempo de indagar sobre los riesgos de una cirugía que parecía sólo un trámite.

Con sus 37 años, siente que un mundo se desplomó sobre sus espaldas, y en su mirada se percibe la tristeza por la pérdida Stella Maris Vega, esa mujer a quien conoció por las redes sociales y que tras uno y otro mensaje, se prometieron amor eterno. Y así fue, porque ella decidió finalmente venirse desde San Juan a Roca.

Víctor recuerda que habían probado suerte por esos lares pero que finalmente decidieron regresar al Valle, a buscar trabajo, a luchar por un futuro mejor. Primero llegó Isaías (5), luego Dilan (2) y finalmente Brandon (3 meses). Stella Maris ya le había dicho que no quería seguir teniendo hijos y que era mejor buscar un método de anticoncepción. Y es por eso que desde que tuvo a su último pequeño, decidieron afrontar la cirugía.

Asegura que antes de la cirugía estaban algo nerviosos pero los dos confiaban en la Salud Pública. “Al hospital siempre lo tuvimos arriba porque cada vez que fuimos, nos trataron de manera excelente”, relata en medio de la charla con el diario Río Negro.

El miércoles por la noche fueron a internarse con el bebé de tres meses. Es que todavía le daba el pecho y por eso tenía que amamantarlo durante la madrugada. Al día siguiente ingresó al quirófano y para Víctor ya nada fue igual.

“Después de la operación, ella tenía dolores pero dijeron que era normal”, explicó, y ese mismo día cerca de las 19 le dieron el alta. Sin embargo, ahora, repasando cada detalle y cada instante de lo ocurrido, recuerda que un médico le dijo algo que le llamó la atención, que “no le gustaba el sudor frío que Stella Maris tenía”.

Con el pequeñito y sus bolsos enfilaron para el departamentito que a puro esfuerzo y sudor construyeron junto a sus padres en Islas Orcadas 2880. Le dijeron que se compre una “Pepsi” porque tenía baja la presión.

El resto de la historia ya la hizo conocida el propio Víctor. La madrugada del viernes regresaron en dos oportunidades. A las 2 de la mañana y a las 5. En el último pedido de asistencia la dejaron internada.

“La vi amarilla... cuando llegamos le pusieron suero. Le hicieron una ecografía y nos dijeron que había líquido pero que era normal. En todo momento subestimaron los dolores de mi señora”, explicó.

Con el paso de las horas, su estado se fue complicando. En un momento su vómito de color verde inundó la sala de internación. Allí decidieron operarla.

Por la noche la llevaron al quirófano. Su estado ya era grave y allí, el joven obrero de la construcción escuchó por primera vez una frase que lo dejó paralizado: “su esposa tiene riesgo de muerte”. Ya le habían advertido que en la laparoscopía, Stella Maris había sufrido la perforación del intestino.

“No entendía, hace cinco minutos me habían dicho que tenía gases y ahora que se podía morir”, expresó.

El sábado transcurrió con la esperanza de que la joven sanjuanina pudiera sobrevivir. Pero no hubo milagro, Stella Maris murió el domingo a las 11:48, indica el parte de defunción.

Víctor asegura que no tiene tiempo para detenerse. Y que tiene que pensar en sus tres hijos. “Mis padres no tienen trabajo, y yo tenía una pequeña verdulería, ahora desde hace una semana que no hago nada. Tengo que luchar por mis hijos y para que se haga justicia”. Si bien reconoció que desde Salud ya se comunicaron para brindarle asistencia, asegura que su futuro es incierto.

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