Aniversario

A 42 años del terremoto de Caucete, el terror que no se olvida y una catástrofe destructiva

Su fase destructiva duró "demasiado tiempo" y quienes lo vivieron coinciden en que un "bramido ensordecedor" antecedió al violento sacudón.
sábado, 23 de noviembre de 2019 14:02
sábado, 23 de noviembre de 2019 14:02

Este sábado 23 de noviembre San Juan vuelve a estremecerse con el recuerdo de lo que fue una de las catástrofes naturales que nunca olvidará.

Se trata de un nuevo aniversario, el número 42º del terremoto de 1977 que partió la tierra en Caucete justo a las 6:23 de la mañana, y que se cobró la vida de 65 sanjuaninos. 

De acuerdo a los registros del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, su fase destructiva duró "demasiado tiempo" y quienes lo vivieron coinciden en que un "bramido ensordecedor" antecedió al violento sacudón que se registró cuando muchas personas aún no iniciaban su día.

El fatal terremoto se registró en el extremo sudeste de Pie de Palo, a una profundidad de solo 17 kilómetros. Por aquel entonces, las construcciones de adobe fueron las que sucumbieron ante el movimiento que borró la mitad de las casas de ese material.

Las cifras de los informes fueron contundentes y estremecedoras: Caucete estaba en emergencia con el 70% de destrucción. El movimiento alcanzó una violente magnitud de 7,4 en la escala de Richter y la intensidad fue IX en la escala Mercalli Modificada. 

"En ese momento, se buscaba la seguridad y parecía que en Mendoza se podía estar más tranquilos. Parte de mi familia se fue hacia allá y con mi mamá y mi hermana, nos quedamos a cuidar lo poco que había quedado en pie", recordó Silvia Araya a Diario La Provincia SJ.

Es que una catástrofe marca tanto en el momento de lo ocurrido como así también deja huellas inborrables para toda la vida. Es por eso que tanto Silvia como todo sanjuanino al que se le pregunta, y que vivió el hecho, la respuesta es casi la misma.

"Los gritos, un zumbido que parecía venir de la tierra y el olor a tierra eran los elementos como de una película de terror. Mi mamá me daba besos y me apretaba fuerte. No se terminaba más".

De acuerdo a un informe de Unidiversidad, "el terremoto de 1977 se asocia con el sistema de fallamiento Ampacama-Niquizanga, durante el cual se produjo ruptura superficial y un desplazamiento vertical promedio de 30 cm, según un relevamiento geodésico efectuado en 1982. También ocasionó daños al norte del Área Metropolitana del Gran Mendoza. En edificios altos de Buenos Aires, a más de 1000 km de distancia, se sintieron sus efectos apreciablemente".

 

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