Solidaridad

Conmovedor: vecinos del Barrio Dorrego se unieron para ayudar a un hombre con cáncer

Se conocen desde hace casi 30 años y aunque no están pasando por un buen momento económico, decidieron unir esfuerzos para ayudar a un hombre solo con su enfermedad.
domingo, 8 de diciembre de 2019 23:20
domingo, 8 de diciembre de 2019 23:20

Néstor Pesoa vive en el Barrio Dorrego desde 1993, aunque antes de la entrega de casas se llamaba Villa Medalla Milagrosa. Es oriundo de Buenos Aires, pero a los 17 años adoptó a San Juan como si fuese su tierra natal y este año los vecinos le han demostrado su cariño con múltiples actos altruistas.

Es carnicero de oficio y a sus 46 años, le detectaron cáncer en el intestino y en el hígado y tuvo que dejar de trabajar para poder recuperarse. "Todo empezó cuando hice caca con sangre, me fui cerca de mi casa que hay una salita. Me dijeron que era gastritis, pero empeoraba, ya no podía ni tragar y empecé a vomitar bilis. Al final no podía ni caminar y justo me encontré a un vecino en la puerta y le pedí que me llevara al hospital porque no podía moverme. Allí me internaron y en pocas horas me operaron ya que tenía una obstrucción en el intestino grueso. Me dijeron que no sabían qué era, y cuando me abrieron se encontraron con tumores que dieron positivo para cáncer", contó el hombre a Diario La Provincia SJ. 

En la cirugía, los médicos le extrajeron alrededor de 30 centímetros de su intestino grueso y le realizaron una ostomía, más conocida como ano contranatura. Por ello, necesita de unas bolsitas recolectoras especiales en donde se acumula la materia fecal y los líquidos intestinales. Eso no fue todo, ya que tras realizarle tomografías encontraron que el cáncer se había trasladado hacia otro órgano. "Me hicieron más estudios y me salió que tenía metástasis en el hígado, tiene tres centímetros por eso sigo con sesiones de quimio. Están esperando a ver si se reduce, y ahí decidir si voy a una nueva cirugía o a más quimio hasta eliminarlo", agregó Néstor.

Con este panorama, sumado a que la poca familia que tiene está en Buenos Aires y no tienen económicamente cómo ayudarlo, fueron sus vecinos de toda la vida quienes le tendieron una mano. "Mis vecinos se han portado de diez. Empezaron a pedir plata y lo que juntaron me lo dieron. Sé que también están organizando un bingo para mí y para otra señora. La vecina de al lado me da de comer, porque no tengo quién me ayude. Gracias a Dios, hasta el momento voy llevando bastante bien el tratamiento, puedo caminar y me siento bien, pero el próximo martes me vuelven a internar", agregó Néstor.

Él está muy agradecido con el sacrificio que hacen, porque incluso la familia de al lado conformada por Ariel e Ivana Tejada y sus pequeños se encargan de su comida. "Estoy de arrimado y me ayudan con lo que pueden porque ellos también tienen niños. La situación está mala para todos y no puedo trabajar, los vecinos me ayudan con la comida pero debo la luz y el gas. En cualquier momento me van a cortar todo porque no tengo cómo pagarlo", sentenció el hombre con una mezcla de agradecimiento infinito y bronca.

Una situación desesperante que el amor por el prójimo ha venido a subsanar.


 

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