Creencia

El coronavirus "potencia la fe" al costado de la ruta en San Juan

Los pequeños santuarios al costado de la ruta Nacional 141, que dirige a Bermejo, cuentan con expresiones de fe de quienes buscan estar protegidos frente al coronavirus.
jueves, 13 de agosto de 2020 00:00
jueves, 13 de agosto de 2020 00:00

La velocidad de circulación del camión en la ruta comienza a descender. El sol ilumina a pleno y cuando el vehículo pasa por el santuario del Gauchito Gil se detiene unos segundos sin parar el motor. Una oración, un pedido o un agradecimiento se conjuga dentro de la cabina del transportista, con el silencio y la soledad que lo acompaña. Luego, las ruedas vuelven a moverse y sigue su camino.

La Ruta Nacional 141 es el paso obligado de cientos de camioneros que circulan de tránsito o para descargar en la provincia. Al costado de la ruta, los santuarios se mantienen intactos como antes de que la pandemia azotara al mundo. Hay más de uno y para todos los credos. Está el de la Difunta Correa a 63 kilómetros de la Ciudad de San Juan, luego le sigue una innumerable cantidad de expresiones de fe al Gauchito Gil y dos que responden a la fe católica: a la Virgen de Fátima y a la de Guadalupe

Sin embargo, hay algo particular que hace que estos santuarios sean "diferentes" a hace unos meses: ahora hay barbijos y tapabocas depositados a los costados de las figuras religiosas. Estos se presentan en el lugar cargados de simbolismo, en una época donde el coronavirus azota sin distinguir edad, sexo, razas ni credos.  

"Todos los colegas me llaman o me mandan mensajes, alrededor de 50 personas por día y todos me dicen fuerza y pedile a la Difuntita", comenzó contando a Diario La Provincia SJ, el camionero sanjuanino del Caso 19, que transita el último tramo de la enfermedad y está a un paso de ser dado de alta. 

La fe religiosa del denominado "Coronafe" reta al nuevo COVID y para muchos se convierte en el consuelo espiritual frente a los "contagios terrenales" por la pandemia. Algunos dicen que la fe puede curar el dolor espiritual que produce la pandemia y por eso estos santuarios no dejaron de recibir a los creyentes pese a las limitaciones que pone la cuarentena.

El paraje de la Difunta Correa permanece cerrado desde el 20 de marzo cuando se decretó la cuarentena para todo el país. Sin embargo, el pequeño santuario ubicado al costado de la ruta se convierte en imán de los creyentes en estos días. 

"Soy católico pero creo en la Difunta Correa. Me acuerdo cuando empecé a ir. Desde chico íbamos casi todos los domingos con mi papá. Y mi suegro era camionero y cuando se podía íbamos para allá. Tengo una tradición que cuando salgo de la provincia, paso por la Difunta, subo, la saludo, le prendo velas pidiendo por el viaje y la familia, bajo y me voy. Al regreso paso de vuelta pero no bajo. A la salida paso pero esto es de toda la vida, desde el año 1991. Ahora cuando me recupere del coronavirus quiero ir a agradecerle", agregó el transportista quien reconoció que también cree en el Gauchito Gil: "lo respeto, soy devoto pero no fanático".

Las expresiones por el Gauchito Gil son las que más se cuentan al costado de la ruta. Los "trapos" rojos colgando de los árboles o arbustos permiten identificar el lugar desde lejos. Luego en cada uno de esos puntos la imagen del "santo", como lo llaman los creyentes más allá que no esté reconocido por la religión Católica, se mantiene intacta rodeada de barbijos y cigarrillos.

"El Gauchito es compañía en la ruta, es el amparo que muchos buscamos ante los peligros que corremos. Ahora en tiempo de Coronavirus, los peligros no solo los tenemos de otros vehículos, del cansancio o de la propia inseguridad. También tenemos el peligro del coronavirus, porque nosotros también tenemos miedo, también lloramos", expresó Raúl Galdeano, un transportista chileno que le dio negativo el test rápido en el control de Bermejo.

A medida que habla reconoce que "no es fácil" transitar las largas rutas pero esta labor "se lleva en el corazón" y se elige con gusto. Pero eso no quita que exista el miedo y el temor por contagiarse y luego contagiar a algún familiar o ser querido. Por eso es que no solo siente devoción por el Gauchito sino también por la Difunta Correa, que son figuras míticas históricas que en él no descartan a su creencia religiosa.

"También creo en Jesús, por eso llevo colgando un rosario en el espejo. Yo siempre me encomiendo en la fe para transitar y si bien no puedo bajar en las provincias, le dedico unos minutos a ellos y  les hago un único pedido: que me proteja y también a mi familia", agregó.  

En la ruta también se ven otras expresiones religiosas, además de la del Gauchito Gil y la Difunta Correa. El santuario a la virgen de Fátima se puede ver a la distancia con banderas amarillas y rojas que cuelgan en todos los puntos a su alrededor. Luego metros más adelante, y sostenida en un árbol, se ubica una imagen de la virgen de Guadalupe. Acá, entre velas y pañuelos, un barbijo se oculta y llama la atención de quien se acerca a mirar.

La fe al costado de la ruta se mantiene, en la soledad del paisaje y la velocidad de los vehículos que transitan. Algunos se bajan, otros no, pero la creencia se mantiene y fortalece con fuerza en esta época de pandemia.

 

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