Salud

Día de las infancias: ¿cómo influyó psicológicamente el coronavirus en los niños sanjuaninos?

Especialistas analizaron los principales cambios a los que se enfrentaron los más pequeños y sus consecuencias positivas y negativas.
sábado, 15 de agosto de 2020 20:22
sábado, 15 de agosto de 2020 20:22

El 2020 está siendo un año fuera de lo común. El coronavirus ha impactado en todo el mundo, sin importar la edad. Si bien es muy pronto para poder evaluar consecuencias a largo plazo, y sobre todo diferencias entre los pequeños de la provincia y los del resto del país, sí hay algunas cuestiones visibles.

"Uno puede suponer en función de lo que conoce previamente y de los beneficios que estamos teniendo en este momento. Fundamentalmente, estamos frente a una situación de crisis social mundial que nos afecta a todos, no hay ser humano que no se vea afectado, pero impacta sobre todo en los niños, adolescentes y adultos mayores. Igualmente no es bueno generalizar, hay que pensar que el impacto puede ser diferente en cada niño o niña según el contexto y en función de los dispositivos y los recursos económicos, físicos y emocionales que se puedan activar para acompañarlos", explicó la licenciada en Psicología María Victoria Orellano a Diario La Provincia SJ.

La Especialista en Niñez y Adolescencia y Salud Social y Comunitaria, resaltó que muchos de los episodios que tuvieron y que tienen lugar en esta época, deben ser analizadas como algo propio del momento, salvo que un psicólogo dicte lo contrario. "Las manifestaciones o emociones como enojo, tristeza, incertidumbre, miedo, ansiedad, etc que pueden haber aparecido en estos tiempos, son propias de situaciones como la que estamos viviendo y no deben considerarse patológicas, si no es dentro de una evaluación más profunda que así lo amerite. Más todavía cuando hablamos de niños/as y adolescentes". 

El alivio va llegando de a poco con la flexibilización de las medidas sanitarias. "Creo que San Juan, en relación a otras provincias, está en un lugar privilegiado porque desde junio estamos pudiendo tener encuentros con nuestra familia y posteriormente con nuestros amigos. Esto ha hecho que estas manifestaciones que se venían presentando se vean aliviadas o mitigadas más allá de que no desaparecen porque no estamos en una situación habitual. Es muy importante que el distanciamiento físico no se constituya en distanciamiento social o afectivo que es importante para todos, especialmente para los niños. Estamos en una etapa de volver a encontrarnos, pero este reencuentro es diferente porque hay que tomar medidas para cuidarnos y cuidar a los otros. Esto de la responsabilidad social es algo que ellos pueden aprender a asumir desde muy chiquitos. Hay que anticiparles cómo nos vamos a volver a encontrar, por qué es importante que tengan el barbijo", aseveró Victoria.

"Los adultos tenemos que permitirles poner en palabras lo que sientan, lo que piensan, ayudándoles a metabolizar todo esto que está pasando. Esto no es como un terremoto que ya pasó, sino que es algo que todavía continúa y no sabemos qué va a pasar. Por eso, primero los adultos que estén a cargo también tienen que estar contenidos para poder hacer frente a las sobreexigencias. Hay cuestiones que pueden parecer muy superficiales, pero que son importantes para todos como la ternura, la esperanza de que en algún momento va a pasar, no sabemos cuándo, pero va a pasar. Es algo que necesitamos escuchar los adultos pero los chicos mucho más", sentenció Orellano. 
 

El lado positivo

Más allá de los efectos negativos, este momento está teniendo consecuencias positivas en algunos pequeños. "Si bien las secuelas del encierro y el aislamiento social son a largo plazo, al estar en San Juan retomando la vida social, podemos palpar en el aquí y ahora, como fue estructurándose la emocionalidad de los pequeños y que herramientas y recursos fueron gestando a través de los días de aislamiento. Muchos psicólogos pudimos mantener contacto online con niños en tratamiento y sus familias y los fuimos acompañando en ese proceso de gestar recursos; actualmente nos encontramos con pequeños que están pudiendo transitar la pandemia sin negarla, pero viviéndola como una  posibilidad de aprendizaje", señaló a este medio la Psicóloga Infantil Martha Godoy. 

Con respecto a quiénes lograron atravesar de mejor manera este proceso, la licenciada tiene una respuesta clara. "Los pequeños que están pudiendo tramitar el sufrimiento de esta crisis sin quedar atrapados en la desdicha son los que tuvieron y tienen la posibilidad de contar, en sus hogares, con adultos contenedores que, además de ser sujetos sufrientes bajo las mismas condiciones ambientales, sociales y políticas que ellos, les permitieron: tener temor a morir; llorar cuando extrañaban a un familiar; enojarse por no poder jugar en la plaza; gritar de impotencia por no festejar su cumpleaños; hablar de las pesadillas donde eran invadidos por fuerzas todopoderosas; fantasear con la idea del fin del mundo, salir al balcón o al patio con el martillo de Thor a matar bichitos y mucho más".

Los recursos que han podido ir adquiriendo en los últimos meses también se han trasladado al consultorio de los psicólogos. "Entre esos nenes y nenas, están los que reinician un tratamiento psicoterapéutico y llegan al consultorio con su mascarita o su barbijo, se ponen alcohol en gel y pueden jugar con libertad a que están encerrados en un parque de diversiones, porque afuera, un señor robaniños no los deja salir, o jugar a que están atrapados como Rapunzel, o que cae un asteroide y el planeta se desintegra y que, al despedirse, dicen "¡Oh, nos olvidamos de ponerle alcohol a los juguetes!",  y se van tranquilos, porque saben que hay otro adulto que se ocupará que los juguetes estén en condiciones para el próximo encuentro", sentenció Godoy. 

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